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Mostrando entradas de mayo, 2009

El Espíritu de la Verdad

Guillermo de san Teodorico El Espejo de la fe «El Espíritu de la Verdad os guiará hasta la verdad plena» «¿Quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, lo íntimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios» (1 C 2,11). Apresúrate, pues, a participar del Espíritu Santo: cuando se le invoca, ya está presente; es más, si no hubiera estado presente no se le habría podido invocar. Cuando se le llama, viene, y llega con la abundancia de las bendiciones divinas. Él es aquella impetuosa corriente que alegra la ciudad de Dios (sl 45, 5). Si al venir te encuentra humilde, sin inquietud, lleno de temor ante la palabra divina, se posará sobre ti y te revelará lo que Dios esconde a los sabios y entendidos de este mundo (Mt 11,25). Y, poco a poco, se irán esclareciendo ante tus ojos todos aquellos misterios que la Sabiduría reveló a sus discípulos cuando convivía con ellos en el mundo, pero que ellos no pudieron comprender antes de la venida del Espír

Vivir el momento Presente

Vivir el momento presente en Paz y Libertad Jacques Philipe (Notas de su charla/conferencia 7 de Mayo 2009 YMCA) Tenemos que pedirle a Dios que construya en nosotros una Paz profunda, conviene vivir el instante presente, en la confianza en la sencillez, y con realismo; lo único que nos pertenece es el momento presente. Aceptar la pobreza de solo tener este instante es fuente de una gran Paz. Vivir en el instante presente es vivir en Dios, cuanto más vivimos en el momento presente, más estamos con El. Si estamos en el momento presente en la oración, estamos en contacto con Dios.Dios está en el presente, Dios es el Dios de hoy, cuanto más vivimos en el momento presente, más recibimos la Gracia que necesitamos para vivir. Muchas veces pretendemos aprovisionarnos de la Gracia de Dios para poder estar fuertes y vivir bien, si aceptamos esa pobreza de solo estar en este momento , Dios nos da lo que necesitamos; ni más ni menos. Tal como en la historia del pueblo de Dios en el desierto recibí